Como os prometí la semana pasada, os traigo más recursos para trabajar la atención con los más peques de la casa.
Laberintos:

– Visión general/ global de la tarea.
– Inicio de la misma verbalizando la
trayectoria. Por ejemplo: «voy bien», «así», «con cuidado», «ahora a la
izquierda para no tropezar», etc.
– Rectificar si se produce algún error en el itinerario.
Estas actividades suponen, a su vez,
un esfuerzo de orientación espacial por parte del alumno, de
re-situación constante en las coordenadas arriba-abajo y
derecha-izquierda.
Seguimiento visual:
Ejercita la capacidad para seguir la
dirección de las líneas que se encuentran «entrelazadas» unas con otras
y que conducen desde un punto a otro.
En los casos de dificultad es
aconsejable el apoyo del seguimiento de la dirección con el dedo o con
el lápiz y, una vez identificada la «ruta» correcta, trazar con
rotulador el camino de la trayectoria localiza.
Figura fondo:

Atención auditiva:
Este tipo de actividad posee un elevado componente auditivo ya que
obliga al alumnado a escuchar atentamente la lectura breve que realiza
otra persona (profesor/a, padres …) siguiendo instrucciones previas que
consisten en identificar cada vez que aparece una determinada palabra y
señalarla. Al finalizar la lectura se hace un recuento de las marcas
hechas y se comparan los aciertos con la lectura del texto.
Localización rápida de datos:

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